Etapa 2. Análisis de situación y definición de los objetivos de la intervención

Definir claramente el objetivo de una intervención es esencial para garantizar su éxito. Para lograrlo, el equipo de diseño debe comenzar con un análisis exhaustivo de la situación actual del uso del medicamento o grupo de medicamentos al que se dirigirá la intervención.

Los estudios de utilización de medicamentos serán la herramienta clave para llevar a cabo este análisis, permitiendo identificar los problemas de prescripción existentes que pueden ser abordados con la intervención y facilitando su análisis crítico. Con frecuencia, se detectará que existe más de un área de mejora posible, lo que conlleva que el equipo de diseño tenga que llegar a un consenso y priorizar el problema al que se enfocará la intervención.

En una segunda fase, una vez seleccionado el problema de prescripción sobre el que intervenir, el equipo de diseño definirá el objetivo de la intervención en términos del comportamiento que se desea promover, bajo el supuesto de que la nueva forma de proceder mejorará significativamente la práctica de prescripción, eliminando o minimizando el problema.

Para ello se propone seguir un proceso sistemático estructurado en tres pasos, que facilitará el análisis del comportamiento a promover, su posible relación con otros comportamientos y, de nuevo, la selección final del comportamiento que será la diana de nuestra intervención.

Esta etapa terminará con la definición de forma estructurada y específica del objetivo de la intervención que será el punto de partida para la siguiente etapa: la identificación de barreras y facilitadores.

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