
Para asegurar el éxito de una intervención destinada a promover un cambio en la práctica clínica, el primer paso es conocer el contexto. Tanto en pequeñas modificaciones como en proyectos más ambiciosos, una comprensión clara de las complejidades del entorno que pueden influir en la aceptación del cambio propuesto es crucial. Esta etapa del diseño de la intervención, a menudo pasada por alto, es esencial para seleccionar las estrategias adecuadas y garantizar que el proyecto prospere.
Las guías y documentos de referencia consultados subrayan la importancia de dedicar tiempo a este análisis, ya que la evidencia científica demuestra que las intervenciones dirigidas a mejorar la práctica clínica son más exitosas cuando abordan de manera específica las barreras y aprovechan los facilitadores identificados. Los facilitadores, definidos como factores que promueven la consecución de los objetivos de la intervención, y las barreras, que son situaciones que interfieren con el cambio deseado, deben ser identificados cuidadosamente para guiar el diseño de la intervención.
El proceso de identificación de barreras y facilitadores sigue un enfoque estructurado y sistemático, que incluye desde la elección de un marco teórico y la revisión bibliográfica, hasta la planificación y ejecución del trabajo de campo. Dependiendo de la existencia de estudios previos, se puede optar por adaptar resultados existentes o realizar una investigación de novo.
Los resultados de este análisis orientarán al equipo de diseño de la intervención en el desarrollo de la siguiente etapa de selección de los componentes de la intervención, aumentando así las probabilidades de éxito del proyecto.
Abrir - Etapa 4. Identificación de barreras y facilitadores